Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


sábado, 10 de marzo de 2012

Moebius y el breve encuentro



Ni siquiera estaba en Granada en aquella época.
Acabada la carrera universitaria, vivía en un Madrid que me acogería aún diez años más.
Pero fue mi hermano a la exposición de la que, ni siquiera sé por qué, guardo yo el díptico conmemorativo.

Hoy Moebius ya no está pero su obra permanece.
El breve encuentro que ocurre cuando vemos una película, leemos una novela o disfrutamos una historieta palidece frente al breve encuentro del que podamos disfrutar de los creadores de las mismas.
Quizá por eso debiéramos quedarnos con la eternidad de ese momento que supone enfrentarse a la obra y no a quién la haya hecho.

La obra, querámoslo o no, trasciende y trascenderá siempre los ojos, las manos y las voces de quienes las ejecutan.
No es mala la mitomanía cuando una noche como esta se presta, simplemente, a quedarse en casa, hacerse un té y abrir lentamente las páginas del Arzach, del Incal, del mundo de los sueños.
Reencontrase con ellas, eternizar el breve, el inasible, el etéreo encuentro.
Y la persona, el creador, estará tras sus páginas.
Qué duda cabe.

Más allá de los sueños
yacen hermosas
apariencias.
Van solas
o en pequeños grupos,
insensibles a nuestros
deseos.
Afirman también
que más allá de ellas
está el auténtico país
donde todo se transforma
en eterna verdad.

MOEBIUS


jueves, 1 de marzo de 2012

Breve encuentro año II



Casi sin darme cuenta -u olvidándolo, de hecho- han pasado ya dos años.

Aún habiendo bajado el ritmo, este hermano menor de Bombero es mi Pasión se resiste a echar el cierre.
La cosa se resume en una única palabra: tiempo.
Tiempo para ver, tiempo para analizar, tiempo para reposar, para digerir, para escribir, tiempo para dejarse llevar por esa pasión tan imperecedera que es el cine.

Influido también por los problemas de derechos a la hora de subir los vídeos, este blog se adapta a las circunstancias (cosa que curiosamente no parecen aceptar otros, que se resisten a entender que la situación es diferente) y pone al mal tiempo buena cara.

Seguirá habiendo análisis, comentarios, reflexiones o apuntes alrededor de esa magia que se proyecta, o bien en salas o en el salón de tu casa.
El cine, sea como sea en el futuro, seguirá, inevitablemente, formando parte de mi vida.

Y por aquí, cual breve encuentro, se asomará.
Siempre.