Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


martes, 18 de enero de 2011

El sol del membrillo vs Dexter vs La Terminal: Un artificio in crescendo

Nota del autor: La pieza escogida de la serie Dexter corresponde al último capítulo de la tercera temporada, por lo que inevitablemente hay revelaciones importantes referentes a la trama. Habiendo terminado ya de emitirse la quinta, entiendo que el tiempo pasado es prudencial, pero no está de más advertirlo.

En la mayoría de los casos en que hablamos de tiempo en el cine, estamos refiriéndonos a cómo contar algo que, habiendo sucedido en un determinado tiempo, necesitamos narrarlo en menos.
Hablamos por tanto de que el tiempo de narración es menor que el tiempo real.
Una cena, una conferencia, una subasta, un partido de fútbol...todas estas acciones vendrían a durar ya lo que dura una película y claro, así no hay manera...
Así que tenemos que reducir el tiempo narrado.

Un clásico, utilizado en multitud de películas, es el fundido de partes de una acción que se desarrolla sobre un encuadre fijo.
Vemos sobre un escenario que no cambia como uno o varios personajes van desarrollando una acción determinada, de modo que el personaje aparece y desaparece en actitudes distintas que acaban completando la acción.

Desarrollando mi gusto ecléctico, he traído tres ejemplos (cada uno muy en la línea narrativa de su autor) donde podremos apreciar variaciones sobre esta misma técnica.

El primero de ellos es el que encontramos al principio de la película "El sol del membrillo", dirigida por Victor Erice en 1992.
Es el más clásico y contenido de los tres.
A modo de preámbulo, antes de que arranque la historia, vemos al pintor Antonio López montar la tela sobre el bastidor. Para contarlo, respetando el ritmo meticuloso que impone el creador a todo su proceso, el director usa unos fundidos muy suaves y prolongados.

Lo veréis mejor en este video:



Insisto que parece haber un doble motivo en la utilización de este artificio: Por un lado contar algo que dura bastante en menos tiempo, y por otro tratar de llevar a la pantalla y reflejar el propio espíritu del autor y su método de trabajo.




En este segundo ejemplo la artificiosidad se hace más pantente.
Se trata, como ya advertí con anterioridad, del último capítulo de la tercera temporada de Dexter.
Ya no es solo la aparatosidad de los elementos que se acabarán agolpando, si no cómo la acción empieza en realidad con un plano más cerrado (que nos dará toda la información que necesitamos saber) para ir abriéndose hasta que la acción empiece realmente.

Lo tenéis en este video:



Como digo la realización es más compleja, pues el plano empieza con un primer plano de uno de los personajes protagonistas de esta tercera temporada.


A partir de ahí el plano sube a la vez que se va abriendo, y desde una perspectiva cenital apreciamos como dicho personaje ha sido asesinado.


El plano continúa abriéndose hasta que llega al punto en el que permanecerá fijo y donde se desarrollarán todos los acontecimientos de la historia: Un corredor que descubre el cadáver, la policía que llega, los bomberos, cómo se acordona el lugar, hasta que Dexter, el protagonista, llega al escenario del crimen.
Todo eso contado en menos de un minuto.





Pero si queremos dar un paso más en el artificio, donde lo vamos a encontrar es en esa película que se queda a medio camino de nada, dirigida por Steven Spielberg y llamada "La Terminal".

Aquí observaremos una vuelta más de tuerca al uso de los fundidos, y, en vez de que los personajes aparezcan y desaparezcan, los veremos simultáneamente, realizando al mismo tiempo varias acciones que sabemos que han sido hechas en momentos distintos.

El video es lo suficientemente ilustrativo:



Así, coincidirá que en el desarrollo de esa acción podremos apreciar dos o tres personajes (el que interpreta Tom Hank) simultáneamente en escena.




Lejos queda la cadencia y lo meticuloso del trabajo de Antonio López en su estudio comparado con el de Viktor Navorski en su Terminal particular.
Y es que también es interesante reseñar como pese a utilizar de algún modo los mismo efectos, los mismos artificios, los mismos recursos, su despliegue e implantación en la obra acaban marcando definitivamente la impronta de la misma.