Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


lunes, 24 de octubre de 2011

500 días juntos: más allá de lo que el texto dice

Probablemente sean muchas y variadas las razones de la importancia que le podemos dar al inicio de un audiovisual en el posterior desarrollo del mismo: Por un lado te engancha para lo que queda por venir, por otro te genera un estado de ánimo determinado que te permite afrontar los siguientes pasos, y también te presenta u ofrece claves sobre lo que posteriormente se va a desarrollar.
De algún modo marca el tono de la película.
Son esos primeros minutos o incluso segundos donde se nos ofrecen muchas pistas, pequeños detalles que influirán no sólo en la narración posterior, sino en la manera en que nosotros como espectadores tenderemos a afrontarla.

Quizá por eso, aunque me fascine el poderío visual y la impronta espectacular de determinados títulos de crédito iniciales, me suele descuadrar el hecho de que muchos de ellos no van en sintonía o relación con lo que se nos va a contar después, sino que conforman una obra independiente, de factura exquisita y con vida propia, que en muchas ocasiones impide o dificulta el enganche al hilo narrativo distinto que se ofrecerá con posterioridad.

A lo mejor pongo un ejemplo otro día de esto que digo, pero hoy -precisamente- voy a hablar casi de todo lo contrario.
Me gustaría detenerme no ya en unos títulos de crédito iniciales, sino en el primer texto de una película, que marca de una manera clara y sin ambages el tono, la línea y la textura de la misma.
Hablo, en esta ocasión, de "500 días juntos"


"500 días juntos", libre y quizá no demasiado acertada traducción del original "500 days of summer" (aunque el juego inequívoco con el nombre de la protagonista no sea fácil de llevar al español) es una película del año 2009 que podríamos clasificar en lo que se ha venido en llamar comedia independiente americana.
Una cinta, en cualquier caso, amable, tierna y deliciosa sobre esa frontera invisible entre el amor y el desamor que caminan juntos.

El arranque de esta película no puede funcionar mejor como declaración de intenciones.
Es un juego textual puro, donde el blanco sobre negro de la tipografía -y la voz en off que lo lee, remarca y suscribe- nos va a dar las claves y el tono de lo que se nos va a ofrecer a continuación.
Y entre esas claves está la propia ironía, la propia contradicción implícita que el texto lleva consigo.
No hay mejor arranque posible, no hay mejor muletazo que deje al espectador a las puertas de la historia, no hay mejor introducción a lo que estamos a punto de ver.


Sencillo, conciso e inapelable.
Pero a la vez abierto y concreto, triste y divertido a un tiempo.
Son varias las cosas que podríamos analizar de estos apenas 15 segundos de narración:

1.- LA IMPORTANCIA DEL TEXTO
Muchas veces hablamos de la importancia del texto fílmico, en la equivalencia comunicativa entre el lenguaje verbal y el de la imagen, como una estructura presente y articulada en el campo del audiovisual.
Pero no es menos cierto que el audiovisual usa también el propio texto físico (aparte del fílmico, que estaría en un estrato más escondido) como garante de la narratividad.
En este caso son las letras (insisto, remarcadas por esa voz en off que las lee y ratifica) las que nos van a ofrecer toda la información acerca de la historia.

2.- LA CONFRONTACIÓN CON "LO REAL"
Una confrontación que se establece, además, en varios niveles.
Por un lado está negando la relación con lo real "cualquier parecido es pura coincidencia" y de esta manera remarcando que lo que vamos a ver es una película "lo que vais a ver es una ficción" al mismo tiempo que la está dotando de una concreción inusual "especialmente en lo que se refiere a ti, Jenny Beckman" con nombres y apellidos.
De este modo podemos traducir lo que los títulos nos ofrecen como : Por mucho que esto sea una película, la he basado en ti, Jenny, y quiero que todo el mundo lo sepa.



Incidiendo en este punto, Jenny no va a ser un personaje de la película -la protagonista es Summer- sino que entendemos que será alguien del círculo del director, alguien por tanto "real" que asalta esos primeros segundos de película para por un lado remarcar lo que ésta tiene de ficción, pero por otro, para ofrecer un lado más real y concreto a la narración misma.

Y en esto tiene mucha importancia, igualmente, el tercer y último cartel.
En ese "Puta" se nos ofrece al mismo tiempo ironía, venganza, amargura y un saber reírse de sí mismo por parte del narrador, que como decía al principio va a marcar el "tono" de la historia que está a punto de empezar.
Contar ese desamor desde la ficción pero ofreciendo siempre su conexión con lo real, desarrollar una historia reconociendo la afección del que la cuenta, y que su visión estará por tanto mediatizada.


3.- LO QUE SE PIERDE EN LA TRADUCCIÓN
Cuando hablamos no ya del texto fílmico sino del real, del físico, debemos ser conscientes de la importancia de la traducción del mismo.
Mucho más si hablamos de tono o matiz en la comprensión del mismo.
No soy ni seré especialista en la materia, por lo tanto cualquier análisis de este tipo lo pongo en cuarentena, pero no puedo entender una traducción del "especially you, Jenny Beckman" por un demasiado literal "especialmente para ti" que en español ni siquiera tiene demasiado sentido (repito que para mí tendría más sentido algo así como "especialmente en lo que se refiere a ti") pero si bien esto último puede ser matizable, no veo, no entiendo (aunque pueda encontrar razones dentro del campo de lo políticamente correcto) la traducción de "bitch" por "zorra" en vez de por "puta".
Quizá por el discurso que he mantenido antes, en este caso la más directa y literal va más en relación con la amargura, con la contraposición cómica, con el desencanto y con un bajar a la escala de lo real la narración que no ofrece la traducción elegida.

Y cuando el texto dice, aunque diga más de lo que en realidad dice, debemos tratar de ser lo suficientemente rigurosos.