Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


sábado, 5 de mayo de 2012

Intocable: Una ese o el valor de la polisemia























Volvemos a esta entrada donde se repasa "lo que se pierde en la traducción", que en el caso del cine ya hemos comprobado cómo es un terreno a la par resbaladizo y absurdo.

En esta ocasión a través de una película reciente, la francesa "Intouchables", que en español se ha traducido como "Intocable".
Sí, en este caso, lo perdido es una ese.

Lo primero, cuando uno se da cuenta de este pequeño detalle, es preguntarse por qué.
Y aunque evidentemente no se sepa (escrutar la mente de los responsables de traducir los títulos de las películas a lo largo de la historia es vana tarea), podemos pensar que los motivos o bien son de forma o lo son de fondo.

Los de forma se podrían deber al parecido que el plural acarrearía con otros intocables, los de Eliott Ness en la película de Brian de Palma, razón que se sustentaría además porque en la versión americana de esta película francesa también se ha traducido en singular.
Quizá en este caso esté incluso más justificado, pues la película de 1987 se llamaba "The Untochables" y el parecido con la francesa actual diferería exclusivamente en el artículo.
De hecho no es improbable que en el caso español pudiera tratarse de una traducción directa del inglés -americano- a través de las distribuidoras.
¿Es hilar demasiado fino?
¿Tiene, a fin de cuentas, algún sentido divagar sobre esto?
No lo sé, aunque parece que la respuesta -para alemanes e italianos- es no, pues directamente y sin problemas traducen ese "Intochables" con un "casi mejores amigos" o "casi amigos" que de algún lado tendrá que venir pero que bucear en ello se me hace ciertamente imposible.

Luego, puestos a divagar, nos encontramos con los motivos de fondo.
¿Difiere el concepto de la historia con el tratamiento singular o plural? Evidentemente sí, pues el singular inevitablemente nos dirigirá al personaje interpretado por François Cluzet, mientras que el plural nos igualará esa importancia con su ayudante.
Por decirlo de algún modo, el singular centraría el tema sobre la enfermedad del protagonista mientras que el uso de "Intouchables" no se referiría tanto a las personas físicas -a ellos dos- sino a la relación entre ellos, a su amistad (lo que de un modo más que curioso nos llevaría otra vez a las traducciones alemana e italiana).
Pero a la par que lo escribo me doy cuenta que de nuevo el singular, ese "Intocable" español, podría hasta establecer una relación directa con el concepto de amistad (la amistad es intocable) de modo que así este círculo -no- se cerraría del modo más absurdo.

A veces es curioso pensar la de posibilidades que se abren -o se cierran- con la simple elección de un plural o singular, con la supresión o no de una única letra.
Si eso es así, cómo no entender el valor de las palabras, su baile, su cambio de orden, su polisemia, su imposibilidad de asimilación en un cien por cien.
Y es que a fin de cuentas, a veces, como en el título de no sé qué película, las palabras se nos presentan como inasibles, como verdaderamente intocables.