Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


jueves, 21 de octubre de 2010

An affair to remember: Un título que se muerde la cola

Inauguramos hoy una nueva sección dedicada al absurdo, complejo e inescrutable mundo de las traducciones de títulos de películas.
Con la etiqueta nada original de "Lost in traslation" (algo así como "lo que se pierde en la traducción"), en estas entradas trataremos de recoger no sólo lo que se pierde, sino lo que se intenta cambiar porque queda más bonito, lo que se tergiversa, o directamente lo que se inventa.

Esta afición a cambiar los títulos sin respetar el sentido original es por lo demás muy española, aunque de un tiempo a esta parte se esté perdiendo (y no sé si añorarlo, no sé) en favor de conservar los títulos en inglés -sobre todo los de pocas palabras-.

Hay tantos ejemplos, tan disparatados, tan sin sentido que es difícil centrarse y elegir.
Quizá por eso hoy inaugure esta sección con un título que se muerde la cola, con una traducción que hace referencia no a la película que debería, sino a la que fue causante de la misma.
Me explico:

Hablo de "Sleeplees in Seattle", la película que dirigió Nora Ephron en 1993 con Tom Hanks y Meg Ryan de protagonistas.
Una traducción literal (perdonadme si no es así) podría ser "Desvelado en Seattle", o "Insomne en Seattle".
Pero no se trata de hilar tan fino.
Aquí, en España -para qué andarnos con menudencias- se tradujo como "Algo para recordar".
Y lo peor de todo es que tiene su explicación: "Algo para recordar" sería la traducción más literal de "An affair to remember", la película de Leo McCarey de la que "Sleeplees in Seattle" es más homenaje que remake.
Pero -para rizar el rizo en este absurdo bucle- "An affair to remember" se tradujo aquí como "Tú y yo".
O sea que utilizan la traducción literal de una película de 1957 para titular una de 1993 que homenajea a esta primera.
¿No es un poco rebuscado?
Pues sí, así es este mundo de los títulos de las películas, tan epatante, tan enigmático.

P.D. Como curiosidad podemos añadir que Gleen Gordon dirigió en 1994 otra versión de "An affair to remember" con Warren Beaty y Anette Beaning, a la que llamó "Love affair" y que aquí se tradujo como "Un asunto de amor".
Claro que "An affair to remember" es en realidad un remake que el propio Mcarey hizo de una película suya del año 39.
Decidme si no es un bucle...


Y aprovechando que hablábamos de "Sleeplees in Seattle", me gustaría aprovechar la oportunidad para comentar el movimiento de cámara del principio de la película, que refleja bastante bien la importancia de lo que conocemos como punto de vista.

En el inicio del film vemos a Tom Hanks y su hijo en el entierro de la mujer.
El movimiento en cuestión este:



En la primera imagen de la película observamos al padre y al hijo en el cementerio, en el momento del entierro.
Están solos y unidos frente a la pérdida.
Pero, a medida que la cámara se mueva, de que cambie el punto de vista, vamos a observar dos elementos que influirán en nuestra percepción de a qué se enfrentarán padre e hijo.
Por un lado la gente -todos separados, lejos de ellos- pero sobre todo la gran ciudad (Chicago) que aparece como un elemento inmenso, anónimo, que los engulle y los deshumaniza.





Es curioso cómo el final del movimiento, más lleno de elementos en la escena -ciudad, gente, árboles- potencie aun más la soledad y el aislamiento de los dos protagonistas.
No sólo apreciamos su dolor, sino también a lo que tendrán que enfrentarse a partir de ahora.