Ha llegado el momento.
Un blog didáctico que se precie de ello -éste no se precia pero tampoco reniega- debe cerrar por vacaciones.
Estamos a 30 de junio y es tiempo de pensar en siestas, viajes, lecturas, mar, terrazas y demás.
También, a qué negarlo, es tiempo para ver o incluso revisitar películas y series de televisión, pero en ningún caso debe ser tiempo para hablar o analizar con ellas.
Ya llegará septiembre, bajará este calor que te paraliza el alma y se retomarán las actividades cotidianas, pero no ahora.
Seamos, aunque sólo sea por un par de meses, indolentes y lagartos.
Liberemos sin pudor al pusilánime vago que todos llevamos dentro y olvidémonos de manera consciente de las obligaciones, mucho más si nos las hemos impuesto nosotros mismos.
Con Bombero es mi pasión la cosa es bien distinta.
Ni es didáctico ni lo pretende, y relajará su actividad sin suspenderla (exceptuando los viajes, para qué engañarnos) bordeando como suele la poquísima vergüenza.
Se dejará querer con más parsimonia, más al ritmo de un otoño al que todavía le quedan un par de montañas que cruzar para divisar el río.
O eso intentaremos.
Para despedirnos hoy había elegido una sorpresa, pero que a última hora (problemas técnicos) ha debido ser aplazada.
Intentaremos que aparezca en la bienvenida de septiembre.
Por contra he rescatado un audiovisual que dormitaba en los finales de mis cintas VHS.
Me sirve además -llevaba tiempo queriendo hacerlo- para abrir este blog al mundo de la imagen en general, aunque seguirá enfocado en el mundo del cine. En este caso en concreto abrimos el camino de la fotografía, y sé que no será el último.
La pieza en cuestión está dedicada a Sebastiao Salgado, el famoso fotógrafo brasileño, y se corresponde con una entrevista que le hicieron en el programa "Lo más plus" allá por 1997.
Resulta -pese al excesivo y a menudo cargante protagonismo de los dos entrevistadores- muy interesante comprobar el amor, la honestidad y la sencillez con que Salgado habla y explica su trabajo.
Siempre he pensado que el camino más fácil para transmitir pasa primero por sentirlo tú.
Y aquí es fácil comprobar cómo funciona.
Se habla de fotografía (técnica y estética) pero también de las miserias, de las ilusiones, de las desigualdades y de la vida en general, siempre desde un punto de vista cercano al humanismo.
Un documento raro (no abundan las entrevistas a fotógrafos o dibujantes en televisión, no pertenecen al rango de "estrellas") pero precisamente por ello más que interesante.
Dura veinte minutos, un tiempo que en Internet resulta excesivo y tendente a la pereza del receptor, pero pensad a) merece la pena y b) tenéis hasta septiembre para visionarlo.
Hasta entonces.