Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


jueves, 24 de junio de 2010

El talento de Mr. Ripley: La simbolgía del bien y el mal, de la luz y la sombra, de la vida y la muerte

La simbología de la imagen es tan evidente como que pertenece a su propia naturaleza (a su triple naturaleza, como diría aquel).
Que lo que vemos no es sólo lo que vemos sino más, que lo que hay debajo es tan importante como la superficie, que detrás de un sentimiento determinado hay siempre una razón...
Todo eso pertenece al terreno de lo evidente.

Y vamos a ver hoy un ejemplo perfecto del uso simbólico de la imagen para ofrecernos el carácter de un personaje en la película "El talento de Mr. Ripley", dirigida por el malogrado Anthony Minghella en 1999.

Sin llegar evidentemente a los niveles de complejidad y maestría de "Plain Soleil" de René Clement, 1960, su predecesora, ambas cintas están basadas en la obra de la novelista Patricia Highsmith.

Aunque se trate de un trozo no demasiado extenso de la película, sí me gustaría dividir el estudio en tres partes diferenciadas:
1) El uso del sonido para unir dos secuencias diferentes.
2) La utilización simbólica de las luces y las sombras para definir perfectamente el carácter del personaje.
3) Los títulos de crédito del principio, que enlazan con el final de la película a modo de círculo perfecto.

Y todo ello llevado siempre con el juego de las dos caras, del doble ángulo, de la doble visión.

La escena a analizar coincide exactamente con el final de la cinta.
Después de toda una serie de peripecias (suplantaciones, asesinatos) Tom Ripley escapa con su amigo Peter (que desconoce su verdadera identidad) en un barco.
Tom, andando solo por cubierta, descubre que en el barco viaja una conocida, que lo ha visto a él con su amigo, y se da cuenta de que no le quedará más remedio que matar a Peter.

Tom llega al camarote de Peter y sucede lo inevitable:


La escena está cargada de dobles sensaciones: Tensión/tranquilidad, dulzura/espanto.
Y esa doble identidad no nos abandonará en todo su desarrollo.

Por ejemplo, al principio, donde podemos ver cómo Tom acaricia suavemente a Peter, se recuesta sobre él y alza las manos con su pañuelo dispuesto a estrangularlo.



Otro ejemplo de la doble visión que siempre está presente: de un lado, vemos el frente de Peter y la espalda de Tom. En el rostro de Peter sólo vemos felicidad, sosiego y tranquilidad. Del otro lado veremos el rostro de Ripley, que refleja todo el sufrimiento, el horror y el dolor que el acto que está a punto de cometer causa en su ánimo, contrario completamente al de su compañero.



Luego ocurre el rompimiento de la secuencia pero la continuidad de la misma.
Vemos a Tom sólo, entrando en su camarote.
Aunque enseguida notamos cómo el sonido que escuchamos corresponde a los acontecimientos que han ocurrido (pasado) en el camarote de Peter.
Entenderemos perfectamente que ese sonido se corresponde por un lado con el presente (lo estamos escuchando ahora, por lo tanto sucede ahora) pero por otro lado con el pasado, puesto que vemos a Ripley en su camerino, y sabemos que lo que oímos se corresponde con lo que ha estado sucediendo antes en el otro.

De esta manera podríamos entender que se trata de una sola secuencia (si nos atenemos al sonido) o de dos (si nos fijamos en los escenarios).
 

Y luego llega el simbólico, fascinante y magnífico movimiento de cámara.
La cámara se va a mover por el rostro de Tom Ripley con la intención de describir o significar sus sentimientos.
Podemos entender que ese sonido que escuchamos (el final de la conversación entre Tom y Peter) se corresponde con los pensamientos de Tom, con algo que se sigue repitiendo en su cabeza una y otra vez.

Pues bien, podemos observar cómo la cámara gira 180º desde el perfil iluminado hasta el perfil en penumbra, y el sonido coincide en la primera mitad del movimiento con la parte más dulce de las cosas buenas que Peter sabe de Tom Ripley, mientras que desde el momento que vemos a Tom de frente hasta que su perfil oscuro cubre la pantalla podremos escuchar y sentir el asesinato y la estrangulación de Peter.

Ya digo que no por evidente, la simbología entre luz y sombra o vida y muerte se plasma de un modo sencillo e impecable.






Una vez que ha terminado el movimiento de cámara, aún tendremos un par de planos más antes de acabar la película que enlazan perfectamente con el inicio de la cinta, con los títulos de crédito.

Estos planos se refieren, también con una marcada carga simbólica, a la múltiple personalidad de Ripley (cínico, encantador, atormentado, inteligente, confuso), y nos lo muestran en su camarote, cuando ya ha pasado todo, con su imagen que se refleja y se multiplica en un espejo, la puerta abierta de un armario que termina por cerrarse.







Si nos retrotraemos al inicio de la película podremos comprobar cómo la cinta empieza precisamente con el movimiento de cámara sobre el rostro de Tom Ripley, donde aparecen los títulos de crédito y la imagen se "rompe" con líneas negras, simulando precisamente la multiplicación de imágenes que hemos visto en estos últimos planos.

Después de los títulos, nos encontraremos con un flashback que nos lleva al principio de la historia, precisamente con una palabras de Tom, que dice un muy expresivo: "Si pudiera volver atrás..."
He aquí los títulos de crédito:


Con muchas cosas para analizar, podemos resumir que la simbología de la imagen, todo lo que hay por debajo de lo que observamos, es tan importante -al menos- como la estructura formal de la misma.
Y un buen ejemplo es esta película, llena por otra parte de luces y sombras.