Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


domingo, 9 de mayo de 2010

La soga: Bordeando las limitaciones impuestas por la técnica

La historia de Rope, "La soga", dirigida por Alfred Hitchcock en 1948 es ampliamente conocida.
Su primera película en color, protagonizada por James Stewart, su primera película producida íntegramente por él, y en la que se planteó un reto que iba más allá de sus posibilidades (teniendo en cuenta las limitaciones técnicas de la época).
Hitchcock quería rodar toda la película en un único plano y la planificó para conseguirlo.
Con una carga teatral evidente, la cámara va persiguiendo a unos personajes que prácticamente no paran de hablar.
Pero las cámaras de entonces sólo podían cargar un limitado número de metros de película, con lo que inevitablemente había que parar la cámara -había que parar la grabación- para cargar otro rollo.
El maestro del suspense optó por detener la grabación sobre negro (aprovechando un acercamiento a la espalda de un personaje o a algún objeto) para continuarla del mismo modo, y aparentar así un sentido de continuidad.
Y a fe que lo consiguió.

En el siguiente video se recogen las transiciones (entre fundidos en negro que no pertenecen al film) que enmascaran precisamente ese continium narrativo.
Están recogidas en dos minutos de película:



Poco más que decir de este clásico. En todo caso que merece la pena verse entera (como Hitchcock quería) de un tirón y sin ningún tipo de cortes.

Desmenuzamos aquí dos de las transiciones. En esta primera aprovechando la espalda de un personaje que cruza delante de la cámara, y que además genera una transición entre dos conversaciones diferentes.






Y en esta otra, la última antes del final de la película, donde el personaje de Rupert Cadell abre el arcón (que a su vez sirve de transición) para descubrir el más terrible de los secretos.







Podríamos hablar de las conexiones de esta película con las teorías del superhombre de Nietzsche, o su situación en el contexto histórico de la debacle del nazismo.
Y podríamos igualmente hablar de cómo en realidad esta historia fue una adaptación de una pieza teatral que en realidad estaba basada en un asesinato real, que además ha dado pie a múltiples versiones cinematográficas como la estupenda "Impulso criminal" de Richard Fleisher.
Podríamos hablar, sí, pero será otro día...