Material didáctico y/o de entretenimiento alrededor del cine y la imagen


miércoles, 10 de marzo de 2010

Beau Geste: El Flashback como paradigma del misterio

Bien podemos definir el Flashback en cine como un traslado de la acción al pasado.
Pero, sobre todo en el caso de las películas que empiezan con un flashback, podemos decir que la parte de la historia contada en presente, la parte de la historia que antecede al flashback, se convierte en un complejo rompecabezas cuyas piezas sólo encajarán cuando empecemos la historia desde el principio y la desarrollemos precisamente hasta llegar a ese punto.
Ese es su verdadero sentido: Descolocar al espectador, sorprenderlo, interrogarlo, para posteriormente irle ofreciendo todas las respuestas...

Un claro ejemplo de esto lo vemos en la secuencia inicial de una de las películas preferidas de mi infancia: Beau Geste. Dirigida por William A. Wellman en 1939 y protagonizada por Gary Cooper.

Dura diez minutos pero seguro que no os defraudan:



Efectivamente, todo en este arranque son preguntas, todo en este arranque son misterios.
Lo primero que encontramos es el escenario perfecto: El Fuerte Zinderneuf.


A el fuerte llega un destacamento de la Legión Francesa, encabezados por el Mayor de Beaujolais, y descubren, sorprendidos, a los soldados que vigilan el fuerte quietos e inmóviles. Primer misterio.



El segundo misterio surge cuando desde uno de los puestos de vigilancia suenan dos disparos. ¿Quién dispara? ¿Son de los nuestros? ¿Por qué cesan los disparos?
Las preguntas no cesan.


En ese momento se produce probablemente el único momento donde se nos ofrecen algunas respuestas.

Más concretamente una: Todos los vigías del Fuerte están muertos.
Claro que es una respuesta trampa porque en realidad es una respuesta que abre muchos más interrogantes: ¿Por qué?, ¿cómo?, ¿todos?...

Está perfectamente ejemplificado en este trozo de la secuencia:



Tras una breve conversación, es el trompeta del destacamento el que se ofrece a investigar, subiendo los muros del Fuerte.


Al subir descubre efectivamente cómo están todos muertos.
En este momento sucede algo que desde luego pasa inadvertido a los ojos del espectador. El panorama es desolador y la expresión del trompeta también, pero esa expresión cambia, de desolación a sorpresa.
Es un cambio muy leve, ya digo que casi imperceptible, pero crucial a fin de cuentas en la historia.
A partir de ahí, el trompeta, simplemente, desaparece...


Como el trompeta no da señales de vida, el mayor Beaujolais decide personalmente subir a investigar.


Otro misterio más: A parte de los vigías muertos, descubre otros soldados muertos de un modo distinto, extraño.


El misterio no deja de crecer. Uno de los dos hombres lleva en la mano una extraña confesión...


El mayor Beaujolais busca por todos los lugares al trompeta o a posibles supervivientes pero nada, así que abre las puertas al destacamento.



Cuando quiere explicar los sucedido a su ayudante, se da cuenta que aquellos dos cadáveres distintos han desaparecido.
¿Alguien lleva la cuenta de cuántos interrogantes llevamos?


En ese momento las tropas sufren un posible ataque (en estas circunstancias de lo más normal que sucede en los diez minutos de secuencia) por lo que se ven obligadas a salir del Fuerte y refugiarse en un oasis.


Y desde allí verán como, incomprensiblemente de nuevo, aquel fuerte lleno de cadáveres y fantasmas explota y arde ante sus ojos...



En ese momento hay un fundido y una cartela nos advierte que la historia arranca quince años antes.
El Flashback comienza...

Decidme si no es paradigma del misterio.
Decidme si no os entran ganas de ver la película de nuevo, de un tirón, de componer el puzzle y resolver todos los enigmas...