Peleándome todavía en este sin vivir de formatos, compresiones, extensiones y subidas, para darle forma a este blog didáctico, nos adentraremos hoy en el mundo de los planos y el ritmo, ejemplificados fantásticamente en esta secuencia de la película "El sexto sentido", dirigida por M. Night Shyamalan.
Como hay problemas para insertar la secuencia aquí, podéis verla en este enlace.
Dura cuatro minutos y medio.
"El sexto sentido" es una película harto conocida, así que obviaré explicarla.
En esta secuencia, primera donde se conocen Malcolm Crowe (psicólogo interpretado por Bruce Willis) y Cole (el niño a quién da vida Haley Joel Osment) se nos ofrece de una manera sencilla un estupendo ejemplo para poder estudiar los tipos de plano en el cine, y su utilización para crear un ritmo determinado en la escena.
El primer plano de la secuencia es el del encuadre más abierto, lo que llamamos también plano de situación, porque ofrece al espectador una referencia visual del espacio y de dónde están situados los personajes.
A partir de aquí se establece "el juego" entre los protagonistas, y el juego entre planos.
Malcom irá haciendo afirmaciones que cree ciertas para ganarse la confianza de Cole, y a medida que éste acierte Cole se acercará, con lo que la distancia -física y emocional- será cada vez más cercana entre ellos.
Efectivamente, vemos como a medida que Malcolm acierta, los planos/contraplanos -enlazados por corte- son cada vez más cerrados.
Es interesante resaltar cómo el recurso del paso (el plano donde vemos los pies de Cole aproximándose al psicólogo) sucede únicamente en dos ocasiones como inserción entre los planos de los dos personajes, y una vez que el espectador ya ha entendido la dinámica de la situación, ya no es necesario volver a mostrarlo (este recurso de simplificar la narración es muy común en el lenguaje cinematográfico).
El juego de aproximación llega hasta lo que podríamos considerar el clímax de la secuencia, el momento de mayor acercamiento (insisto, real y figurado) entre los dos protagonistas: El plano del reloj.
A partir de aquí, el juego se torna desastre y ese supuesto acercamiento se va progresivamente perdiendo hasta llegar a la pérdida total del personaje de Cole.
También es interesante reseñar cómo esta segunda parte de la secuencia cambia en su planificación, y la continuidad entre los diferentes planos ya no será por corte sino a través de movimientos de cámara.
El hecho de mover la cámara (y de no recurrir al zoom) hace que la sensación de alejamiento (el personaje de Bruce Willis está sentado, impotente) sera todavía mayor, y mayor la frustración que lleva consigo.
Podemos observar igualmente otra vez esa tendencia a simplificar la narración de la que hablaba antes, en un momento donde Malcolm pregunta (aunque ya dejando traslucir una sensación de impotencia irreversible) y sin la inserción del contraplano del personaje de Cole, la cámara se aleja dejando patente algo que ya intuíamos antes incluso de que formulase la pregunta. Que había (habíamos) herrado.
He aquí esta parte:
Efectivamente el resultado es desolador, para Malcolm y para nosotros como espectadores, pues no podemos hacer nada por evitar ese alejamiento de Cole.
Más allá de estudiar los tipos de plano (General, americano, medio, detalle) resulta a mi entender más interesante ver cómo se articulan en una secuencia y la importancia que tienen en la narración de lo contado.
Este es un claro ejemplo de ritmo que crece hasta llegar al clímax y que luego decrece, conseguido únicamente con los diferentes encuadres y los movimientos de cámara.